Lo que dejó el Cosquín Rock en el Aeroclub Santa María de Punilla, Córdoba. Videos y una reflexión.

El rock and roll como movimiento, ha aportado a la música mundial grandes autores, intérpretes y compositores de ambos sexos, que han abonado a la historia “rockanrolera” grandes éxitos que quedaron grabados en los oídos de generaciones enteras que se identificaron con este ritmo. Este es un género musical, derivado de una mezcla de diversos géneros de la música folclórica estadounidense, y popularizado desde los década de 1950. El cantante más representativo fue Elvis Presley; su guitarrista más influyente, Chuck Berry (recientemente fallecido); su pianista más importante, Jerry Lee Lewis y sus bandas más representativas, Eddie Cochran, Little Richard, Buddy Holly y Bill Haley and The Comets, entre otros. La expresión rock and roll ya venía utilizándose en las letras del rhythm and blues desde finales de la década de 1930, pero fue el DJ estadounidense Alan Freed quien comenzó a utilizarla para describir el estilo.

En nuestro país, este género también tuvo, y tiene sus referentes, que han abonado al acerbo cultural argentino, desde “El Club del Clan” hasta la reciente mixtura de rock con espectáculos de gran jerarquía, como lo muestra la propuesta “Séptimo día”,  del famoso Cirque du Soleil y nuestros siempre presentes “Soda Stereo”.

En ninguna parte de esta rica historia, hay referencia que el rock como movimiento, haya generado beneficios en detrimento de toda o una parte de la sociedad, salvo, en Olavarría y el caso que hemos tenido la oportunidad de conocer “in situ” con lo ocurrido con el Cosquin Rock y el Aeroclub Santa María de Punilla, en la Provincia de Córdoba. Como primera consideración y para desalentar cualquier demagógica elucubración política partidaria, decimos que no nos erigimos como negacionistas a ninguna expresión cultural, en este caso el Rock, máxime cuando una ciudad, como Santa María de Punilla, VIVE, TRABAJA Y RECAUDA a partir de un evento multitudinario como el Cosquin Rock, simplemente que esta situación nos genera algunas inquietudes que dejamos aquí planteadas. El predio donde se instala el Aeroclub es propiedad de Estado Provincial Cordobés, entregado al Aeroclub bajo un convenio de uso y quien ejerce el contralor directo es el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, pero también tiene injerencia como autoridad aeronáutica, la ANAC.

Ninguna de estas autoridades, excepto tibiamente, el Municipio local, ha logrado restablecer el orden y las condiciones de limpieza del “post” festival. Hemos visto un predio casi vandalizado, con basura por donde se mire, con un abuso en el uso de los hangares que fueron convertidos en cualquier cosa menos en un lugar adonde se preservan aeronaves, las mismas aeronaves que tienen que emigrar a aeroclubes cercanos donde poder hangarar, esos mismos aviones a los que el estado provincial les ha otorgado la facultad para realizar vuelos de alerta temprana para el Plan Nacional de Manejo del Fuego y la lucha contra incendios forestales.

Hay un dato que llama poderosamente la atención. El Estado Provincial Cordobés, a través del Ministerio de Salud, intimó el “desalojo del predio” en los días establecidos para llevar a cabo Festival, a favor de una productora privada, para que ésta, lleve a cabo en el Aeródromo, su negocio. Es probable que esta situación sea normal en los términos administrativos, lo que no nos parece normal es la situación a la que someten a una institución civil, sin fines de lucro y afectada al uso público, y con ciertas posibilidades de crecer, instalando por ejemplo, un taller aeronáutico. Va de suyo que ante esta situación, es inviable cualquier emprendimiento aeronáutico.

Es por ello que instamos al Gobernador de la Provincia de Córdoba, a ordenar esta situación haciendo lo que en el propio portal del Gobierno Cordobés, enuncia y a lo cual apoyamos absolutamente: “…Tiene en sus manos, promover regímenes de estímulo a las actividades productivas y por sobre todas las cosas, adoptar las medidas necesarias para conservar la paz y el orden público.”

Creemos que hay lugar para todos, pero también creemos que después de la efervescencia, y los efluvios “rockanroleros”, TODO debe volver a la normalidad, y en ese TODO, está incluido la limpieza y el orden.

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